HAGAMOS DE CUENTA QUE ESTO ES EL PROLOGO


Desde que se ha inventado esto de los prólogos parece que es necesariamente obligatorio tener que estar escribiendo párrafos y mas párrafos supuestamente literarios que justifiquen si lo que uno ha elucubrado vale la pena o no ser leído y, por ende, publicado.

TESTAMENTO



Ante la proximidad del momento en que yo deberé marchar en pos de horizontes más halagüeños y promisorios, y como dicen que es menester y obligatorio dejar a quienes se quedan con lo que no podremos cargar hasta nuestra fosa, me he visto obligado a redactar una especie de testamento donde haré constar, cláusula por cláusula, la manera en que mis "bienes" –es mi voluntad– deben ser distribuidos, cosa que, después de muerto, no hayan quejas, peleas, litigios o desavenencias que puedan enturbiar mi paso de este mundo al otro. Para expresarlo mejor, ya que en vida nunca me dejaron en paz –y conste que yo soy paceño–, quiero que al menos en muerto me dejen morir tranquilo.

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(TESTAMENTO en VISCARRA, Victor Hugo, Alcoholatum Y Otros Drinks. Crónicas para gatos y pelagatos, La Paz, Bolivia: Correveidile™, 2001, 3ra Reimp. 2006, paginas 113 - 116.)

CALIGULA 2000


Bienaventurados los negros de espíritu, porque ellos resucitaran dos veces, (Evangelio apócrifo de San Judas Iscariote).
Pase caballero, señora, joven, señorita. Deténgase tan solo unos minutos ante este pequeño teatro de la calle, donde, a cambio de un poco de su tiempo, ustedes se van llevar lo mejor de mi espectáculo, la risa y la alegría que, como todos ustedes muy bien saben, es lo mejor que nos puede ofrecer la vida.